Este taller fue impartido por la Dra. Leonora Esquivel, psicoterapeuta, y María del Carmen Navarrete, psicooncóloga, quienes acompañaron a un grupo de participantes en el proceso de comprensión del duelo por un animal de compañía y las posibles herramientas para superarlo.
La mayoría de los asistentes compartía la sensación de haber vivido en soledad este tipo de pérdidas, donde no hay un acompañamiento adecuado ni una comprensión de la situación, haciendo que la sensación de aislamiento se enfatice.
Una parte importante del trabajo de duelo es la expresión de las necesidades y sentimientos, donde basta una presencia amorosa o la identificación de haber pasado por el mismo dolor, para sanar la herida.
Es común encontrar sentimientos de culpa y dificultad para aceptar que la decisión que tomamos fue la adecuada, en caso de aplicar el recurso de la eutanasia, así como identificar cuándo es el momento de hacerlo.
En el taller hubo dinámicas grupales y de parejas y trabajo individual para contactar con lo que el vínculo con un animal ha dejado en mi vida y revelar lo que de esta relación llevo a otras que establezco.
El trabajo fue conmovedor y dejó claro la importancia que tienen los animales de compañía en nuestras vidas y lo necesario que es reconocer su presencia y dignidad.
Gracias a todos los participantes por su entrega y sensibilidad.
Uno de los duelos más desatendidos es el de la muerte de los animales de compañía, en parte porque se le considera una pérdida menor y porque mucha gente no comprende nuestro dolor, generando en nosotros una sensación de aislamiento que puede dificultar la superación de ese evento.
¿Cuántas veces sentimos que nuestros estados emocionales determinan lo que comemos? Comemos de más o muy poco según nuestro ánimo, pero luego nos sentimos mal porque tenemos la intuición de que no le dimos a nuestro cuerpo lo que necesitaba, sino que solo disfrazamos un vacío, una necesidad.